miércoles, diciembre 10, 2008

El último mes...

El último mes han pasado muchas cositas, pero como no he escrito nada de nada, va a tocar hacer muchos post para contaros. Primero porque los post kilométricos son un coñazo y segundo porque el ventilador del portatil se niega a trabajar. Dice que el clima tropical le da mucho trabajo y que ya está bien, que trabaje Rita.

A ver, a ver... Me operé. Dicho a lo bruto, me cortaron una loncha-tapadera del ojo, me pusieron alcohol dentro y luego me dieron con un láser. Para terminar cerraron la tapa-loncha que me habían cortado. De verdad, os lo juro. Si no me creéis, mirad un video de operación lasek en youtube (aunque yo no me atrevo ni a poner uno aquí del asco que me da).

Todo salió bien pero me pasé más de una semana encerrada entre tinieblas en mi casa. La luz, el aire, todo me molestaba. La segunda semana me operé el segundo ojo y fue mucho menos doloroso. Cosas de la vida, porque la intervención era exactamente la misma (loncha, etc.). Enseguida pude salir con las gafas de sol y hoy por hoy veo estupendamente. Puedo conducir de día y de noche. Todo sin problemas aunque aún tengo que ponerme una crema cicatrizante antes de dormir ¡Puaj! Me levanto con la cara como un pescaito frito, empapaita de pringue. Pero vamos, increíble levantarte por la mañana o acostarte por la noche tan tranquila sin lentillas ni ná.

Otra aventurilla. Antes de la operación estábamos un día en la cocina cenando "de guays" y de repente veo un peaso araña que flipas en una esquina del techo. En serio, rollo aracnofobia. La tía tenía el tamaño de mi mano. Aquí les llaman BABOUK (voilà quelques photos) y comen hasta cucarachas. Ya había visto cosas así aquí en la Reunión, pero creo que nunca tan grande, y menos en mi casa. Digo "¡Uy uy uy uy!". El maromo mira la esquina y suelta un grito desgarrador que no sé cómo no os enterásteis allí en el otro hemisferio. Sale pitando para la habitación y me lo necuentro allí balanceándose como un niño autista. No exagero. Mortal. Hay que reconocer que fue impactante. Yo también me acojoné.
Total que... ¿a quién le tocó matar a Spiderman? A la menda lerenda por supuesto. Bueno os voy a ahorrar los detalles escabrosos de cómo la maté, sólo diré que tenía una bolsa con hijitos dentro y que en cuanto se vió amenazada (un lanzamiento de alpargata) los expulsó todos. La muy cabrona... Y por supuesto, no murió enseguida.

Aquí os dejo unas imágenes de un ejemplar parecido pero sin hijitos. El menda que graba desde luego no tiene miedo, yo creo que se ha fumado cuatro porros o se ha comido u nos cuantos valiums. Sobre todo por cómo habla. Que conste que NO es la que había en mi casa, que la tuve que matar yo solita.

Y para terminar un saludo enooooorme a Nerea, la super ex reunionesa trotamundos que pasó por aquí hace poco (ver comments del último post) ¡Guapa!