Isla de la Réunion

Es una isla en la que la belleza de los trópicos se da encuentro con hombres y mujeres y los contrastes geográficos, raciales, climáticos, culturales y humanos adquieren una dimensión verdadera.

Es una isla con cien microclimas, en la que la risa de las olas se mezcla con el suspiro de pinos salvajes y cocoteros junto al lago argenté mientras la brisa marina mece la caña.

Es una isla llena de historia, encantada por las hazañas de hombres sin miedo, corsarios o piratas de célebres nombres: Surcouf, la Buse...

Es una isla en la que se dan encuentro personas de todas las razas europea, africana, india, china, mestiza, en la que la vida es una fiesta continua que se expresa mediante bailes y canciones.

Es una isla en la que el benévolo sol vela por la fauna y la flora de la tierra y sus frutos: papaya, mango, piña, mambolo, bilimbi, carambolo, letchis, guayaba...

Es una isla en la que las casas son de madera, en la que está bien vagar bajo el frescor de las varengas y en la que los jardines de orquídeas forman techados naturales en los que el canto de los pájaros, canarios y periquitos, suenan en concierto con los juncos.

Es una isla en la que el aire está cargado de esencias azucaradas, del olor de los tamarindos, y en la que el tiempo parece haberse ralentizado a diez mil kilómetros de París.

Es una isla, en definitiva, donde "l'amour est doux". Esta lejana tierra francesa bendice a humanos y divinidades, junto a África, a medio camino entre las civilizaciones occidentales y orientales. La Réunion.

Extracto y traducción de "Île de la Réunion. France de l'océan Indien"