miércoles, abril 25, 2007

Terrorismo industrial en mi tierra

Los vellos se me ponen de punta. Son tantas las familias. Más de 4000. Eso de lo que oimos hablar, la deslocalización, está exprimiendo las últimas gotas de vida de mi bahía. Obreros que reclaman uno de los derechos humanos más básicos, el de un trabajo digno. Familias con hijos, madres con trabajo no remunerado (amas de casa), personas mayores con pensiones miserables, dependientes. Jóvenes forzados al exilio involuntario en busca de un salario decente más allá de su Tacita de Plata. No es cualquier cosa para alguien de Cádiz.

He de reconocer que, poniéndome al día sobre el tema, he llorado. No he podido evitarlo. Viendo en los videos las caras de mis paisanos he sentido una profunda pena y, sobre todo, una inmensa rabia. La impotencia que supone darse cuenta de que no somos más que marionetas en manos de las multinacionales. No podemos permitir que esto siga así. Es un trabajo de todos. Siento vergüenza. Siento vergüenza de vivir la vida que vivo. Tengo que hacer algo. Solidarizarme no es suficiente. Hay que cambiar las cosas todos los días. La lucha contra las multinacionales debe ser un mantra diario. No podemos callarnos porque:


NUESTRAS VIDAS VALEN MÁS QUE SUS BENEFICIOS







4 comentarios:

San dijo...

Nena, me ha encantado este post, y no he podido evitarlo, he publicado otro en el mio con un enlace al tuyo, para que esto llegue a más gente.

Te puedes imaginar como se está viviendo la situación por estos lares ¿no?.

Lo peor, es que la gente sabe que estamos en manos de estos " peces gordos del capitalismo",y que finalmente serán ellos los que decidan.

Son muchos, y por el camino que vamos seremos más, l@s que tengamos que dejar nuestra Tacita para buscarnos la vida.

De todos modos, no podemos dejar de luchar por el empleo digno en nuestra tierra o,demográficamente, acabará siendo una de las más viejas.

Muchos besos amore.

San.

Paula dijo...

Ha sido muy fuerte ver vídeos en internet de la gente llorando y desesperada sin saber qué será del sustento de su familia.
Manda cojones.
Y el martes dice una profesora en clase:
"El próximo tema que podríamos tratar es, yo creo, el problema más importante de España en este momento, el BOTELLÓN, ¿no es así, Paula?"
Y yo, delante de todos los alumnos, me quedé a cuadros. Sentí tanta vergüenza ajena que no sabía donde meterme, así que le contesté con la mayor diplomacia posible:
"Bueno, yo creo que hay otros problemas muy importantes... la inmigración, la violencia de género,el terrorísmo..."
Un poco de perspectiva, por favor

Unknown dijo...

Ay,
que estoy lejos pero me llega el mismo sentimiento y os leo cuando puedo (ya hacia tiempo, pero gracias san por mantenerme al dia).
Que fuerte y que frustracion y rabia.
Reconozco estar algo desconectada estos dias del mundo fuera de damasco, pero de verdad que es para llorar.
Por los que lo estan sufriendo en sus carnes.

Y un beso gordo, Pau.

malu

Unknown dijo...

Hola:
He tenido oportunidad de visitar tu blog y de rememorar el calvario de las familias de Delphi. He puesto un post con un enlace al tuyo en mi blog .
http://blog.juliogonzalez.eu/2007/05/levante.html
Saludos desde Cadiz.