lunes, mayo 07, 2007


Qué suerte tengo. Lo he conseguido. He conseguido rodearme de gente que, aunque no están a mi lado, puedo sentir que siempre me acompaña. A modo de ejemplo sólo hay que ver los comentarios del post de despedida del otro día. Una sonrisa se dibuja en mi cara y una lagrimita cae al leerlos. Gracias.

Mucha gente se sorprende cuando les digo que yo, en realidad, viajo sola y estoy contenta, no me falta nada. Conozco a mucha gente en el camino, pero siempre emprendo la marcha sin compañía. Pero la verdad es que es muy fácil, tengo la suerte de contar con mucha gente a la que dejo atrás, que sé que estarán ahí a mi vuelta, uno de estos años. Así lo hace cualquiera.

Además, voy recopilando más y más pedacitos de oro durante la marcha. Así que es verdad lo que dice mi madre, soy rica. Aunque a veces no tenga para lujos, sólo tengo que escribir un poco o marcar un número y no necesito más, enseguida llega la felicidad. Mensajes que me llegan a veces a través de otra gente. Palabras que reconfortan, aseguran, estabilizan y emocionan. No son sólo palabras, son trocitos de vida que me regalan. No sé que haría sin vuestra ayuda. Un beso enorme, ya sabeis quiénes sois, no hace falta que yo lo diga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se entiende perfectamente que disfrutes viajando. No es poco lo que vas recolectando en el camino, pero eso no quita el "valor" de hacerlo sola, al fin y al cabo el cariño que consigues es sólo una espectativa al iniciar el viaje. MUUUAAC

San dijo...

Nena, ahora es a mi a la que has conseguido arrancarle dos lagrimitas.

Te quiero muchísimo.

Gracias por este pedacito de ti.